Ofrendar tu sangre a la Tierra
Este es un artículo de Pamela Hurtado Maturana.
Consiste simplemente en ir cada mes a algún sitio de la naturaleza que nos inspire, quedarnos solas con nuestra intimidad o acompañadas de nuestra pareja, cavar con una piedra un agujerito en la tierra y depositar nuestra esencia. Si no podemos en los días en los que estamos con la regla, la recogemos en una botellita mezclada con agua de manantial y cuando podamos ir a la naturaleza, dejamos en ella toda nuestra entrega. Sin lugar a dudas, todo lo que regalemos a la gran Madre Tierra, ella nos lo devolverá.
Siempre que viajes y te encuentres con una playa o un bosque que te guste, puedes nutrirlo y vincularte a él entregándole tu elixir; recibirás a cambio su enseñanza, su inspiración y su magia. Para ello guarda en una pequeña botellita un poco de sangre diluida en coñac para que se conserve y entregarla a ese lugar especial para ti.