Círculo de historias sobre abortos
Círculo cuadragésimo segundo
9 de octubre, un día después de la luna llena.
Otoño del Año del Caballo de Madera {2014 E.C.}.
En la casa de Sonia.
Círculo de historias sobre abortos
Este último mes ha sido extraño, energéticamente complejo para mí, lento pero demasiado rápido, tan largo y repentino como un sueño. Todo esto ha repercutido en mi salud y mi estado de ánimo, bajando mi productividad al mínimo. El silencio ha sido imperativo para mí estos días. Quizás por eso me descubro ahora, una luna después del último círculo, sin haber escrito sobre él. Parte de la razón es el hecho de que ya he escrito sobre el tema del aborto a propósito de otro círculo que hicimos con la abuela Matilde hace un par de meses, y que reseñaré al final de este escrito.
Sin embargo, no me quedaré sin agradecer aquí a las cuatro mujeres que me acompañaron con sus historias esa tarde. Pues todas las historias son diferentes. Cada mujer es un mundo, y aunque seamos hermanas, la experiencia de cada una es única. Por eso es importante contarnos las historias, pues nunca la escucharemos ni la contaremos igual. Incluso aunque sea la misma, siempre se cuenta de manera diferente, pues quien la narra va cambiando, también, con el tiempo.
Alguna mujer me escribió que le parecía que el aborto se había puesto de moda. Al menos, yo lo he mencionado ya varias veces en los últimos meses. Y mientras más historias escucho, más me convenzo de que tendríamos que hablar más sobre esos temas tabú que no le contamos a nadie. El aborto ha sido tan sistemáticamente negado, ocultado, silenciado y estigmatizado, que es muy difícil siquiera mencionar la palabra sin que alguien se sienta incómodo. Que un grupo de mujeres pueda sentarse a hablar abiertamente sobre el aborto, a contar sus historias personales, y hasta a reírse en ese contexto es algo que debería suceder más a menudo. Creo que esto incluso incidiría en la disminución de abortos clandestinos más que la prohibición legal.
Veamos un poco cómo se maneja este tema actualmente: un aborto frente a un embarazo difícil es algo que las mujeres suelen decidir solas, muchas veces sin consultarlo siquiera con su pareja, o con una amiga, o algún familiar de confianza. ¿Cómo hablar en confianza sobre un tema del que nadie habla nunca? ¿Cómo saber lo que piensa el otro al respecto? ¿Más aún: cómo saber lo que siente el otro? ¿Cómo saber que al mencionar el tema una mujer no será tratada como una anormal o una pecadora, que no será descalificada? Así que la mujer que aborta calla…
Pero todo esto que se calla forma vacíos enormes en el tejido social, disimulados a punta de silencio, de secretos familiares, de «cosas de las que no se habla». Y lo que muchos ni siquiera notan es que esos vacíos derivan en situaciones crónicamente dolorosas para quien calla: una herida nunca atendida, un duelo nunca elaborado, un secreto nunca revelado, y en general un estigma y una culpa que recaen sobre la mujer que ha abortado y que repercuten en otras esferas de su vida.
Además, los dolores individuales nunca lo son del todo, pues al irse transmitiendo de un ámbito a otro de la vida personal de una mujer, repercuten a su vez en la vida de todos los que la rodean. Un secreto nunca dicho, guardado a la fuerza, se manifestará de otras maneras, en la salud física, la salud emocional, la familia, y así hasta alcanzar diferentes capas del entorno social. Los secretos dolorosos hacen más daño que bien, y suelen acarrear complicaciones que, aunque no parezcan relacionadas, surgen a raíz de lo que no se habla.
Hoy les propongo que hablemos sobre esos dolores ocultos. Cómo lo logre hacer cada una dependerá de sus circunstancias. Puede ser en un círculo de palabra como los que he reunido, o contándoselo a una amiga íntima que sepamos que no va a juzgarnos. Esto es lo más importante: que la persona que te vaya a escuchar no te juzgue por tus actos o tus decisiones, sino simplemente que te escuche.
Compartir una historia es abrir el corazón para sanarlo, no para recibir nuevas heridas. Incluso si sientes que no tienes con quién compartirlo, pero necesitas sacarlo de algún modo, escríbelo. Escribe tu historia dolorosa y nárrala con todos los detalles que quieras incluir. Seguramente habrá partes que te resultarán difíciles de enfrentar. No te rindas. Si es preciso toma un respiro, date un tiempo y regresa al escrito más tarde. Piensa que es una carta que te estás escribiendo a ti misma. Puede que quieras leerla en un tiempo, o que quieras quemarla cuando la hayas terminado. No importa. Lo importante es sacar la historia de alguna manera, contarla de alguna manera. Contar nos permite tomar una perspectiva diferente sobre lo que hemos vivido, recordarlo desde otro punto de vista. Descubrir relaciones que quizás estaban ocultas en el momento de la vivencia. Si tienes alguien con quien compartir tu historia, excelente. Y si no, el buzón de los círculos de historias siempre está abierto a la escucha: info@mujeresencirculo.org
Lo importante es no sufrir en silencio. No te quedes callada.
Aquí el enlace a la reflexión sobre el aborto que escribí a raíz del mencionado encuentro con la abuela Matilde. Al final de ese artículo encontrarán enlaces a escritos que me parecen interesantes para abrir la perspectiva en este tema.
También les pego otros enlaces de interés que he seguido encontrando sobre este tema:
- En el libro Mujeres silenciadas. Cómo se explica el sufrimiento de la mujer que aborta la doctora Theresa Burke expone los obstáculos en el camino hacia la recuperación del aborto, repasa los distintos y profundos problemas de adaptación del posaborto e ilustra cómo podemos crear una sociedad más comprensiva y saludable en la que las mujeres no tengan que ocultar más su dolor. Editorial Sekotia (sekotia@sekotia.com).
- Abortar: ¿peligroso para la mente? Artículo que desmonta el mito de que el aborto marca a las mujeres con un trauma para toda la vida.
- Duelo Gestacional y Perinatal. Sitio de formación online en Duelo Gestacional y Perinatal. Recursos, ayuda y orientación para padres, familiares, acompañantes y profesionales.
- La Comunidad Baby Lú fue fundada por Johanna De León como una red de apoyo que busca generar alianzas para fortalecer el apoyo de la comunidad para la crianza: familias, mamás, papás, educadores, psicólogos(as), profesionales de la salud, profesionales de todos los campos, no profesionales, estudiantes y amigos.
- Red Latinoamericana de Centros de Ayuda para la Mujer. Red de ayuda, orientación, educación y apoyo para la mujer embarazada.
- Abortion Care Network. Red creada para impulsar el movimiento para desestigmatizar y normalizar la experiencia del aborto, ofreciendo apoyo y entrenamiento para la comunidad que apoya a las mujeres que buscan un aborto. Recursos en español disponibles en: http://abortioncarenetwork.org/resources/spanish-language-materials
- Pregnancy options. Cuaderno de ejercicios con opciones para mujeres que enfrentan una decisión difícil sobre el embarazo. Versión en español: http://www.pregnancyoptions.info/pregnantspanishvers.html
- The abortion diaries (en inglés). Documental de Penny Lane, de 30 minutos de duración, que presenta a doce mujeres conversando abiertamente sobre sus experiencias de abortos. Disponible para ver en línea gratuitamente.
- Backline (en inglés). Organización que promueve el apoyo incondicional y libre de juicios para las personas en todas sus decisiones, sentimientos y experiencias con el embarazo, crianza, adopción y aborto.
- Our Truths (Nuestras verdades). Magazín bilingüe (inglés/español) en línea, publicado en estados Unidos. Busca cambiar la manera en que las personas entienden la experiencia del aborto, creando un espacio público en el que las mujeres puedan compartir sus historias.
Y para reflexionar, un párrafo al respecto, tomado un libro de Gioconda Belli, esa escritora nicaragüense tan afín a los temas femeninos…
“La ley había sido aprobada tras lograr ella votos clave de la oposición, convenciéndola de que era inútil prohibir el aborto. Ocurría de todas formas y era la incapacidad de hacerlo en las condiciones adecuadas la responsable de las muertes. La Ley de Aborto Inevitable preveía no dejar piedra sobre piedra hasta garantizar que por razones económicas, de opciones de trabajo, de preocupaciones sobre el cuido futuro del hijo, ninguna mujer viese el aborto como una opción necesaria. Tanto mimo les ofreceremos, explicó Viviana, que, tal como debía siempre haber sido, la mujer sentirá el embarazo como algo que enriquecerá su vida, que le dará ventajas sociales, no como lo que la obligará a la pobreza o a la renuncia de sus opciones. Para abolir el aborto lo que falta no es prohibirlo, sino dejar de penalizar la maternidad. Pero si una mujer corre riesgos de muerte por un embarazo, o es una niña violada, lo siento, pero es ella la que decide por su vida y la del feto. Nadie más. La decisión es siempre e irrevocablemente de la mujer porque su cuerpo es suyo».
Gioconda Belli, El país de las mujeres.