Círculo de equinoccio de primavera en el año del Caballo
Círculo trigésimo octavo.
Celebración del equinoccio de primavera en el hemisferio norte {jueves 20 de marzo},
Año del Caballo de Madera {2014}.
¿Dónde fue? En la casa de Camila (Bogotá).
¿Cómo se convocó?
¡Los círculos regresaron…! Porque a veces sólo se necesita el empujón de una amiga para empezar a rodar otra vez…
Camila Morentres es la anfitriona y vocera del círculo esta vez. Aquí está la invitación que ella nos comparte…
Círculo de palabra mixto (mujeres y hombres).
Algo sobre el círculo…
Camila, Majo, Ame y Felipe son los anfitriones del círculo, y esta noche abren las puertas de su casa para que los círculos salgan de su largo invierno vacacional y revivan a la luz del equinoccio del equilibrio. La convocatoria es de pocos días, pero eso no es impedimento para que treinta y dos personas acepten la invitación y lleguen a compartirnos su presencia, sus alimentos, su música, sus historias y sus semillas de buenos deseos para el ciclo que comienza.
Cuando llego a la casa ya están por la mitad de las presentaciones, y somos tantos que eso solo ya da para varias historias. Hay hombres, mujeres y niños, y la atmósfera de calidez se siente apenas abren la puerta. La abundancia llena el espacio central, un sencillo altar de frutas, flores y alimentos.
Hay instrumentos musicales y ganas de cantar, así que cantamos juntos y la magia del sonido nos envuelve. Jugamos a la campana sonora, entonando cualquiera de las cinco vocales en cualquiera de sus entonaciones, todos al mismo tiempo, improvisando, jugando con los armónicos: lo que nos hace especiales es que somos distintos.
Escuchamos las historia de una guerrera que nació de cinco meses y medio y ya va por los cuarenta… Y una abuela presente nos enseña una regla de oro: ten confianza, pues la vida no te quita nada que verdaderamente necesites.
Hablamos del agua, de canto al agua, de la importancia enorme del agradecimiento y de la intención que ponemos en las cosas. Por eso sembramos semillas-intenciones que intercambiamos en papelitos. {«Confía», dice el mío}.
Consultamos al oráculo: «¿Qué propósito nos reúne?». Su respuesta: «Siempre atraigo hacia mí a vidas y personas buenas y amorosas que me traen bendiciones y felicidad».
Y en verdad me siento rodeada de personas buenas y amorosas que siembran en el círculo hermosas semillas para todos:
Poder tener un trabajo que esté en relación con nuestro propósito vital, autoconocimiento, viajar y descubrir el mundo, perdón, compartir, confiar en los sueños y tener la libertad para seguirlos sin miedo, amor de todos los que me rodean y de mí mismo, manifestar con sinceridad, aceptar, movimiento, dar y apoyar la gestación de una nueva vida, un nuevo proyecto, sentir, estar atentos, percibir, abrir conciencia, ecuanimidad, paz entre los seres humanos, sanación, aprovechar el tiempo de siembra {hazlo cuando es, pues el momento pasa}, liberación, pequeños actos para cambiar el mundo {la revolución de las cosas pequeñas}, purificación, sanación y alta conciencia a través del sonido, energía de transformación, compartir, libertad, capacidad de mantener el propósito, la flecha bien direccionada {no apuntar a todo sino a una sola cosa}, contundencia en el pensamiento, ayuda a los demás, claridad {qué quiero, cómo lo quiero}, la sabiduría de la palabra en el momento oportuno {callar o hablar} y el hablar con dulzura, descontaminación energética, áurica y física, ser impecable con la palabra, no tomar nada personalmente, no suponer, hacer lo mejor posible, buscar un cambio y conocernos, equidad e igualdad. Saber que todos somos diferentes: eso nos hace iguales.
Todos esos regalos nos compartimos. Y por eso también hablamos sobre la abundancia y cómo el entregar generosamente es una manera de confiar en que el universo nos sostendrá y que iniciaremos un ciclo fluido para dar y recibir.
Les quiero contar que hay una iniciativa muy bonita que se está llevando a cabo en estos días, y que también se compartió en el círculo: 10.000 actos de abundancia. Es libre y voluntaria, y una de esas cosas que creo que puede impactar positivamente el mundo de formas insospechadas. Se trata de ofrecer pequeños actos de generosidad en nuestro día a día por los próximos noventa días: sonreír a un desconocido, pagarle el pasaje de transmilenio al que viene detrás, regalar abrazos, o flores, dejar un billete grande en un sobre anónimo para que lo encuentre cualquiera en un lugar público, ayudar espontáneamente a alguien que vemos que lo necesita. O como el regalo que dimos al final del círculo a los que todavía quedaban: un baño sonoro, una relajación para todos mientras tres mujeres improvisamos sonidos con varios instrumentos, un viaje personal y distinto pero sanador para todos.
Las mejores ideas son las más sencillas. Como reunir un círculo de desconocidos para compartir y celebrar.
Gracias, Camila.
REUNIDXS…
Camila y su hijita Amelié, Blake Foster, Nilo Azul, Yenzi (la abuela), Sebastián, Esperanza, Jaime, Angélica, Cederick, otra Angélica, Natalia, Marcela, José, María Melisa, Johana, Neffer, Laura y su bebé María José, Felipe, Lyda, Sofía, otra María José y su bebé Kavi Lú, Hugo, Ángela, Emanuel, Christian, Carolina, Laia, Mónica y quien escribe esto {Sonia}… treinta y dos corazones latiendo alrededor de un solo círculo.
¡Feliz equinoccio de primavera!
Hermosa… Muchas gracias por plasmar tan maravilloso día y por ser luz y ejemplo para construir estos espacios.. te quiero!!