Ritual para cerrar ciclos
[Imagen de la espiral en portada: Mr Wabu en Flickr.com. Compartida bajo Licencia CC -Atribución y Compartir igual].
El pasado círculo de historias sobre tusas y despechos fue convocado el 21 de noviembre, día dedicado a Ganesha {ese panzón dios hindú con cuerpo humano y cabeza de elefante}. Ganesha es venerado en la India {entre otras varias cosas asombrosas} por ser el removedor de obstáculos. En honor a ello y como las tusas son, a la larga, bloqueos emocionales, aquí les dejo una sencilla idea que puede funcionar para finalizar los ciclos que se están cerrando, desbloquear tusas y ayudar a que todo fluya otra vez:
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Cuando cambia algo que no queremos que cambie {pero que no podemos evitar}, podemos ayudarnos a aceptar esa situación haciendo consciente ese cambio, manifestándolo de alguna manera más clara para nuestro cerebro. Los rituales son maneras de ayudarnos a asimilar nuestra realidad a través de acciones simbólicas, generalmente físicas.
¿Qué necesitas?
Papel blanco, sin líneas (al menos dos hojas), y un esfero para escribir. Una vela (puede ser blanca) o un fuego apropiado. Y un lugar lo suficientemente ventilado (según las particularidades de tu ritual).
Date un tiempo para el silencio y la quietud, en un espacio tranquilo y de confianza. Asegúrate de que no serás molestada durante el tiempo que permanezcas allí. Concéntrate un rato en tu respiración y relájate. Necesitas centrarte en ti misma para enfocarte en lo que sigue. Enciende la vela frente a ti. Ella será tu guía y tu centro, cuando te haga falta, y a través de ella realizarás tu cierre.
Piensa en la situación que se terminó. Piensa en las cosas que se terminaron allí. Anota en una de las hojas todas las pérdidas que sientas, todo lo que te duele de ese final, todo lo que te incomoda, lo que sientes y no quieres sentir. Puedes ser todo lo detallada que quieras respecto a esto. Céntrate más en el «qué» que en el «por qué».
Este ejercicio te enfrentará directamente con tu dolor y tu tristeza. No les huyas. Aprovecha estos momentos para enfrentarte con esas emociones, observar cómo se manifiestan. ¿Cómo se siente estar triste? ¿Exactamente en dónde te duele? ¿Qué es lo que duele? Cuando intentas contestar esas preguntas estás abrazando a tu tusa, y ya vimos que eso es bueno. Ten un pañuelo a la mano, por si quieres llorar. Llorar es bueno, así que no lo bloquees. Y si no lloras, también está bien. Se trata de que seas sincera y genuina. No olvides que el fuego frente a ti representa tu centro. Si sientes que pierdes el equilibrio, vuelve a él.
Propongo aquí la idea de un escrito, quizás porque me gusta escribir, pero el ritual se puede adaptar a las manifestaciones creativas de cada una. Un dibujo también funciona, por ejemplo. O hacer nudos en un trozo de lana mientras te concentras en el ejercicio mental (esos nudos representan tus propios nudos con respecto a la situación que estás cerrando). También puedes elegir un objeto, o una imagen representativa de lo que perdiste. Lo importante es darte un tiempo con el objeto o la actividad que elijas para reflexionar abiertamente sobre el ciclo que terminó y lo que cerraste en él. Cuando hacemos esto atentamente y con consciencia, es como si cargáramos el objeto con esa parte de nuestro dolor.
Cuando termines y te sientas lista, acércate al fuego y ofrécele ese objeto, tu dibujo, tu escrito, o los nudos en el trozo de lana, para que lo transforme en algo distinto. El fuego es el agente transformador por excelencia. Nada pasa a través del fuego sin cambiar, y eso es justamente lo que vamos a hacer: transformar la situación en algo diferente. Hacer que cambie nuestra realidad. Aceptar y permitir el cambio para que de nuestro dolor surja la luz. Tómate tu tiempo para quemar el objeto. Si te nace cantar algo, hazlo. El canto también es medicina.
Cuando termines, toma otra hoja de papel y esta vez escribe las cosas que sientes que has ganado con esa pérdida. Si no puedes pensar ninguna debes hacer un esfuerzo: todo lo que te quita también te da. Y es importante que el cambio que estás promoviendo comience con algo positivo para ti. Estás dejando algo atrás, que no es distinto de hacer lugar para que algo nuevo llegue a tu vida. Puedes hacer otro dibujo, o sembrar una planta, o cantar {si puedes componer una canción al respecto sería regio, aunque solo la cantes cuando estés sola}. Puedes hacer lo que nazca de tu creatividad, creo que ya me comprendes el meollo del asunto…
¿Cuánto tiempo dura el ritual?
La duración total la decides tú, tú pones el ritmo, tú sabes cuánto tiempo te toma relajarte o prepararte para una tarea como ésta, cuánto tiempo quieres dedicarle a esto. También puedes añadirle lo que desees de tu cosecha. Si te nace verbalizar algo en voz alta durante el ritual, hazlo. Si quieres bailar cuando termines, perfecto. Sigue a tu propia intuición, todas tenemos algo de hechiceras en nuestro interior.
Recuerda que la tarea es centrar la atención en ti misma, y antes que cualquier otra cosa, en tu bienestar. Cuando no estás bien no puedes sostener el mundo alrededor. Así que comparto esto porque espero que te ayude. ¡Bendiciones!
GRACIAS, por estas actividades tan hermosas, aun no he sacado el tiempo para compartir con ustedes pero les agradezco por enviarme informacion. Hablo con conocimiento de causa y por experiencia propia, si las mujeres supieramos el SUPERPODER que llevamos dentro y la IMPORTANCIA DE CERRAR CICLOS , hasta en lo mas minimo, interrumpo una actividad cotidiana por hacer otra cosa y no la retoma para terminar, la postergo, la energia se escapa, se escapa, se escapa, cuanta energia se va y no lo podemos creer. acostumbremonos a terminar hasta la tarea mas elemental, honremos la palabra,cumplamos las promesas y pongamos la cara para cumplir o justificar , pero no dejemos al azar. EL CAMBIO ES MARAVILLOSO. DIOS les bendiga. nohora.