Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer
Encontré este hermoso poema, escrito originalmente en inglés por Lisa Citore y publicado en http://www.magdalenewomen.com/love-a-woman. Lo traduzco y lo publico aquí con su permiso, pues es el tipo de mensajes que me parece que se deben expandir en estos tiempos de reencuentro con el poder femenino que lleva dormido tantos años… Para hombres y mujeres.
Sigue en rojo el texto de Lisa, a quien agradezco su inspiración y generosidad. Si alguna tiene mejoras a la traducción, son bienvenidas.
Cuando un amigo mío muy espiritual, que había encontrado por fin a su alma gemela y profundizaba con ella una relación de compromiso, me confesó que estaba pensando en volver de nuevo a la soltería, y cuando en el siguiente aliento expresó su idea más reciente para elevar la conciencia en todo el mundo, escribí este poema:
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer, pero ámala de verdad.
Encuentra la que llama a tu alma, la que no tiene sentido.
Tira a la basura tu lista de cosas por hacer, acerca tu oído a su corazón y escucha…
Escucha los nombres, las oraciones, los cantos de toda cosa viviente…
de cada ser alado, peludo o con escamas,
de cada ser bajo la tierra y bajo el agua, de cada ser verde y floreciente,
de todo no nacido y todo el que muere…
Escúchalos en su melancolía alabar al Todo que les dio la vida.
Si todavía no has oído tu propio nombre, no has escuchado lo suficiente.
Si tus ojos no están llenos de lágrimas, si no estás rendido a sus pies,
ni siquiera has sufrido por casi perderla.
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer. Una
más allá de ti mismo, más allá del deseo y la razón,
más allá de tus preferencias masculinas por la juventud, la belleza y la variedad
y de todos tus conceptos superficiales sobre la libertad.
Nos hemos dado tantas opciones
que hemos olvidado que la verdadera liberación
viene de mantenerse en medio del fuego del alma
y quemarse a través de nuestra resistencia al Amor.
Sólo hay una Diosa.
Entra en Sus ojos y mira, pero de verdad mira
si ella es la encargada de volarte la cabeza.
Si no lo es, aléjate. Ahora mismo.
No pierdas el tiempo «tratando».
Y sabe que tu decisión no tiene nada que ver con ella,
porque, en últimas, no se trata de con quién…
sino cuándo elegimos rendirnos.
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer.
Ámala para toda la vida, más allá de tu miedo a la muerte,
más allá de tu miedo a ser manipulado
por la Madre dentro de tu cabeza.
No le digas que estás dispuesto a morir por ella.
Dile que estás dispuesto a VIVIR con ella,
plantar árboles con ella y verlos crecer.
Sé su héroe diciéndole lo hermosa que es en su vulnerable majestad,
y ayudándola a recordar cada día que ella ES la Diosa
a través de tu adoración y devoción.
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer
en todas sus facetas, a través de todas sus temporadas,
y ella te curará de tu esquizofrenia
{tu mente doble y tu medio corazón
que mantienen separados a tu espíritu y tu cuerpo}
por lo que estás solo y siempre buscando fuera de ti mismo
algo que haga que tu vida valga la pena.
Siempre habrá otra mujer.
Pronto la nueva y brillante se convertirá en la vieja y opaca,
y tú estarás de nuevo ansioso, comerciando mujeres como automóviles,
cambiando a la Diosa por el último objeto de tu deseo.
El hombre no necesita más opciones.
Lo que el hombre necesita es a la Mujer, el Camino de lo Femenino,
de la Paciencia y la Compasión, del no-buscar, del no-hacer,
o respirar en un lugar y hundir profundas raíces entrelazadas,
lo suficientemente fuertes para sostener a la Tierra
mientras Ella se sacude el cemento y el acero de la piel.
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer, una sola mujer.
Ámala y protégela como si ella fuera el último vaso sagrado.
Ámala a través de su miedo al abandono
que ella ha cargado de toda la humanidad.
No, la herida no es para que la cure ella sola.
No, ella no es débil en su codependencia.
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer
hasta el final,
hasta que ella te crea,
hasta que sus instintos, sus visiones, su voz, su arte, su pasión
y su lado salvaje hayan regresado a ella,
hasta que ella sea una fuerza de amor más poderosa
que todos los demonios de los medios políticos que tratan de devaluarla y destruirla.
Si quieres cambiar el mundo
abandona tus causas, tus armas y tus pancartas de protesta.
Abandona tu guerra interna, tu justificada ira
y ama a una mujer…
más allá de toda tu lucha por la grandeza,
más allá de tu tenaz búsqueda de la iluminación.
El santo grial está frente a ti…
si sólo pudieras tomarla en tus brazos
y dejar de buscar algo más allá de esta intimidad.
¿Qué pasa si la paz es un sueño que sólo puede ser re-cordado
a través del corazón de la Mujer?
¿Qué pasa si el amor de un hombre por la Mujer, el Camino de lo Femenino,
es la clave para abrir Su corazón?
Si quieres cambiar el mundo… ama a una mujer
desde las profundidades de tu sombra,
desde los más altos niveles de tu Ser,
de vuelta al Jardín donde la encontraste la primera vez,
a la puerta de entrada del reino del arco iris,
donde caminan juntos como Luz en Unidad,
al punto de no retorno,
a los finales y el comienzo de una nueva Tierra.