Por qué la Flor de la Abundancia no es lo que parece
NOTA PRELIMINAR: Este artículo forma parte de una serie que escribí acerca de los esquemas financieros que se conocen como Telares o Flores de la Abundancia, Fractales de los Sueños, Espirales de Mujeres, Mandalas de la Prosperidad o Tejedoras de Sueños, entre otros y que funcionan con una dinámica similar. Los nombraré aquí como «Flores de la Abundancia» para efectos de claridad. Consulta aquí los otros artículos de la serie.
Quiero explicar por qué no he querido participar en ninguno de estos esquemas. Aclaro que mis impresiones van dirigidas a aquellas mujeres que todavía no forman parte de uno de estos movimientos o que quizás se lo estén pensando. Muy probablemente, aquellas que ya han entrado en estos esquemas no querrán escuchar lo que quiero plantear aquí e incluso lo podrían considerar como una defensa del sistema monetario imperialista que lleva siglos dominándonos. No pretendo enarbolar la verdad ni considerarme infalible. Lo único que quiero es plantear el asunto desde mi perspectiva y proponer unos cuestionamientos que hasta ahora ninguna de las mujeres que me ha invitado ha sabido contestar satisfactoriamente, y que pienso que toda mujer que sea invitada se debería a su vez plantear al menos antes de tomar una decisión.
¿Qué es?
El esquema funciona como una flor (o un mandala) con cuatro niveles distribuidos de afuera hacia adentro: Fuego (8 mujeres), Aire (4 mujeres), Tierra (2 mujeres) y Agua (una mujer). Las ocho mujeres del nivel exterior, Fuego, que son las recién ingresadas a la flor (la llamaré así a partir de ahora), entran otorgando un «regalo» (así, tal cual, lo llaman) a la mujer que está en el centro de la flor, que es la posición Agua. Ese «regalo» es una suma de dinero predeterminada que puede variar en cada grupo pero que puede llegar a bordear los mil quinientos dólares. Hay casos en que es menos, pero no deja de ser una cantidad importante, que no se saca tan fácilmente de la billetera. Las mujeres entregan este «regalo» bajo la premisa del apoyo mutuo y la cooperación, para que la mujer Agua a la que le están entregando el «regalo» pueda «cumplir su sueño». En este punto hipotético tenemos una flor compuesta por 15 mujeres en total.
El dibujo esquemático puede ir sazonado con pétalos y hojas, pero la estructura es siempre la misma.
Esa mujer Agua que está en el centro de la flor recibe entonces ocho «regalos» como estos (es decir, casi doce mil dólares) y se retira del esquema. En este punto, la flor se divide en dos y las dos mujeres que estaban junto a la mujer Agua (y que antes estaban en la posición Tierra) pasan a ser Agua a su vez. Las cuatro mujeres del siguiente anillo, que estaban en la posición Viento, pasan a la posición Tierra, dos en cada nueva flor; y las ocho mujeres Fuego avanzan a la posición Viento, cuatro en cada flor y su misión será invitar, cada una, a otras dos mujeres para que ingresen al esquema en la posición Fuego y entreguen a la respectiva mujer Agua de su flor sus ocho «regalos». En este punto tenemos dos flores compuestas por 30 mujeres en total.
Las mujeres que ingresaron inicialmente en la posición Fuego van avanzando así en cada movimiento a la posición Viento (donde invitan a otras dos), luego a la posición Tierra (donde apoyan a las que vienen detrás para invitar a más mujeres) y finalmente a la posición Agua, en la cual reciben ocho «regalos», cada uno por la misma suma que cada mujer «regaló» cuando ingresó la primera vez. Esto significa que el «regalo» inicial que una mujer dio, al cabo de tres rondas más, se le retorna multiplicado por ocho.
Cuando cada una de las ocho mujeres que entró como Fuego en la primera flor alcanza finalmente la posición Agua ya se han creado ocho flores distintas, y la cantidad de mujeres involucradas llega a 120 en total, de las cuales 64 son nuevas (es decir, acaban de entrar a la posición Fuego).
Para que se hagan una idea mejor, esta es la cantidad de flores que se forman cuando las ocho mujeres de la flor que se mostró más arriba pueda llegar a la posición central Agua:
Este esquema se difunde como un modelo de «cooperación» y «empoderamiento» femenino, pensado para que las mujeres nos apoyemos entre sí, supuestamente basado en la «economía del regalo», una nueva forma de economía a partir de la cual se da algo desinteresadamente para que otra mujer pueda cumplir su sueño. Y aunque esto suena muy bonito, si lo examinamos más de cerca vemos que no todo lo que brilla es oro.
Lo que no cuentan
Resulta que este sistema de captación de fondos no es nuevo. Está basado en lo que se llama el Sistema Ponzi, que tiene muchas similitudes con las ya conocidas pirámides, en donde los beneficiarios reciben ingresos a partir de las cuotas (en este caso «regalos») que pagan los nuevos miembros, sin que exista un producto o un servicio real a partir del cual se esté generando esa riqueza. Este es un sistema fraudulento en la mayoría de legislaciones del mundo, incluyendo la colombiana.
Sé que muchas aquí me querrán parar en seco, pues lo primero que dicen quienes invitan a otras mujeres a participar en una Flor de la Abundancia es que NO ES UN ESQUEMA PIRAMIDAL. Pero yo creo que no por el hecho de que algo se diga alto y con convicción entonces se convierte automáticamente en verdad. Piénsalo bien: si pintas una pirámide de colores, le dibujas pétalos y le tomas una foto desde arriba para que se vea como una flor circular y plana, eso no hace que deje de ser una pirámide.
Examinemos los hechos:
1. La «abundancia ilimitada»
El esquema piramidal solo funciona si entran nuevos miembros (ya sea a la base de la pirámide o a la periferia de la flor). Para que esa fluidez de «regalos» y de abundancia que prometen las flores siga ocurriendo es necesario que las mujeres Viento, apoyadas por las mujeres Tierra, inviten a otras mujeres nuevas a la posición Fuego. Solo así la mujer que va llegando a la posición Agua puede recibir la «abundancia». Las nuevas mujeres Fuego que ingresan cada vez aseguran que las siguientes mujeres Agua reciban sus «regalos», y así. Cuando dejan de entrar personas nuevas la flor se estanca y la abundancia ilimitada de la que tanto hablan… repentinamente deja de fluir.
Volviendo a nuestro ejemplo, tomemos las ocho flores que hicieron falta para que la primera generación de mujeres Fuego llegara al centro. Ahora, para que cada una de las 64 nuevas mujeres Fuego que acabaron de ingresar puedan recibir sus «regalos» las flores se tienen que dividir en tres rondas más, así:
No es difícil darse cuenta aquí de lo que significa crecimiento exponencial. Cada vez hacen falta más y más mujeres que participen, y esto solo puede empeorar. Y la población de una ciudad no es infinita, ni la de un país, ni la de todo el planeta.
2. Pocas ganan a costa de muchas
En estas Flores de la Abundancia, como en las pirámides, solo unas pocas mujeres se benefician realmente, a costa del aporte de las muchas que vienen detrás. Una mujer Agua recibe sus beneficios de ocho mujeres Fuego. La función del resto de mujeres de esa flor (es decir, Viento y Tierra) es atraer a nuevas mujeres para que ocupen las nuevas posiciones Fuego que van surgiendo a medida que cada mujer va avanzando hacia el centro. Mientras existan mujeres Fuego detrás, las mujeres Agua que van adelante podrán seguir recibiendo sus «regalos». Esto parece justo en un principio: la idea es que toda mujer Fuego alcance la posición Agua con el tiempo. Así, las mujeres que reciben los «regalos» se van rotando y no son siempre las mismas y —se supone— no hay un puñado de mujeres tomando el beneficio de todo el colectivo.
Pero esto no significa que no exista una minoría tomando beneficio de una gran mayoría, pues lo que no se dice tan claramente es que siempre habrá muchas más mujeres Fuego que mujeres Agua. De hecho, es algo que ya se ve desde la primera flor, en la que solo UNA mujer, de QUINCE participantes, está recibiendo «regalos». Esa mujer Agua equivale en números al 6,67% del total de mujeres participantes y lo que debe llamar nuestra atención aquí es que ese porcentaje será siempre el mismo, no importa el número de mujeres que estén participando. Por ejemplo, después de la octava división, cuando estén participando 1920 mujeres, solo 128 de ellas (de nuevo, el 6,6% del total) recibirá los «regalos». Al final de la duodécima división serán dos mil beneficiadas frente a más de treinta mil participantes en total. Sigue siendo el 6,67%. Y así cada vez. En la tabla que aparece en la siguiente sección podemos comprobar que el número de mujeres que reciben «regalo» siempre será bastante inferior al total de mujeres participando en un momento dado.
Volviendo a nuestro asunto, el problema es que mientras más flores se crean y más tiempo pasa, serán cada vez más las mujeres que ingresan, con un riesgo cada vez más alto de no llegar jamás a la posición Agua, porque a la larga las flores se estancan, debido a la dificultad creciente de atraer gente nueva. Es seguro que a las primeras que entran a participar cuando surge el esquema en una región dada les va bien, consiguen completar sus flores y recibir sus «regalos». Seguramente después de varias divisiones más todavía encontramos mujeres satisfechas que han tenido una experiencia positiva, y esas son las que terminan de convencer a las que vienen detrás. Pero poco a poco la cantidad de mujeres disponibles para invitar a unirse va disminuyendo.
Recordemos que con cada movimiento la cantidad de flores se multiplica por dos, y luego otra vez por dos y así: necesariamente llega un momento en que la zona de influencia se inunda de flores. En ese punto, una mujer recién ingresada invita a todas sus amigas pero resulta que todas ya están dentro. O quizás ella era la más pudiente de su círculo de conocidas y no encuentra más mujeres que puedan aportar la cantidad que se pide para ingresar. Quizás no tiene una red de contactos tan amplia como la de sus predecesoras y no encuentra a quién invitar. Puede que sea un poco más tímida, o no se le da bien hablar y no llega a convencer a nadie para que se unan a su flor.
Y yo pregunto: ¿Podríamos decir sin pestañear un segundo que la mujer Agua que recibió un «regalo» de esta última mujer Fuego y se retiró antes del estancamiento de la flor no llegó a beneficiarse de quienes no alcanzaron a recibir ningún «regalo»? ¿De dónde salió entonces el dinero que recibió de ella? Claramente el dinero no salió de la nada, sino que fue producto del trabajo y el esfuerzo de la mujer que se lo «regaló». Puede que hayan sido sus ahorros, o su último sueldo. Puede que haya vendido un bien para disponer del dinero del «regalo». Pero lo más probable es que la mujer que dio ese «regalo» lo hizo NO porque tenía este dinero de sobra y estaba buscando alguien a quién donárselo desinteresadamente para que cumpliera su sueño, sino porque seguramente ella misma esperaba, con el tiempo, recibir un «regalo» todavía mayor que le permitiera cumplir sus propios sueños. De hecho, este tema de «cumplir tus sueños» es una de las herramientas más llamativas con las que se atraen a mujeres nuevas a este tipo de esquemas.
Y como una pequeña reflexión adicional, añadiré que nunca deja de rondarme la cuestión de la primera mujer que se ubicó en la posición Agua de la primera de todas las flores. La primera primerísima, la Eva, afortunada de recibir por primera vez ocho regalos… ella no tuvo que darle regalo antes a nadie para estar ahí, ¿verdad? Entonces, ¿cómo llegó ahí? Dejaré abierta esta cuestión para que la piensen en sus ratos libres…
3. La flor exponencial
Ahora examinemos los números. Las Flores de la Abundancia son un sistema abierto, como el de una pirámide. Esto significa que la cantidad de personas que integran el sistema completo (sumando todas las flores que se van creando) siempre está en aumento, nunca disminuye. Esto es así porque de hecho es la única forma en que las flores pueden funcionar: que más y más mujeres se unan y aporten sus «regalos» a las mujeres que ya entraron. En este caso, la cantidad de mujeres nuevas que se necesitan para que todo siga funcionando es exponencial, pues se va multiplicando siempre por dos con cada nueva entrada de mujeres Fuego: de 15 pasa a 30, luego a 60, luego a 120, a 240, a 480, y así sucesivamente.
Como los números no mienten, y para ahorrarles cálculos, en la siguiente tabla podemos apreciar lo que significa ese crecimiento, denominado matemáticamente como exponencial. En el ejemplo gráfico presentado arriba solo ilustramos hasta la séptima división de esta tabla, pero se puede apreciar lo rápido que crecen los números a partir de ahí.
A | B | C | D | |
Total de flores creadas | Total de mujeres participando | Mujeres que reciben «regalo» en cada vuelta |
||
Cantidad | % según el total | |||
1a división | 1 | 15 | 1 | 6,67% |
2a división | 2 | 30 | 2 | 6,67% |
3a división | 4 | 60 | 4 | 6,67% |
4a división | 8 | 120 | 8 | 6,67% |
5a división | 16 | 240 | 16 | 6,67% |
6a división | 32 | 480 | 32 | 6,67% |
7a división | 64 | 960 | 64 | 6,67% |
8a división | 128 | 1.920 | 128 | 6,67% |
9a división | 256 | 3.840 | 256 | 6,67% |
10a división | 512 | 7.680 | 512 | 6,67% |
11a división | 1.024 | 15.360 | 1.024 | 6,67% |
12a división | 2.048 | 30.720 | 2.048 | 6,67% |
13a división | 4.096 | 61.440 | 4.096 | 6,67% |
14a división | 8.192 | 122.880 | 8.192 | 6,67% |
15a división | 16.384 | 245.760 | 16.384 | 6,67% |
16a división | 32.768 | 491.520 | 32.768 | 6,67% |
17a división | 65.536 | 983.040 | 65.536 | 6,67% |
18a división | 131.072 | 1.966.080 | 131.072 | 6,67% |
19a división | 262.144 | 3.932.160 | 262.144 | 6,67% |
20a división | 524.288 | 7.864.320 | 524.288 | 6,67% |
21a división | 1.048.576 | 15.728.640 | 1.048.576 | 6,67% |
22a división | 2.097.152 | 31.457.280 | 2.097.152 | 6,67% |
23a división | 4.194.304 | 62.914.560 | 4.194.304 | 6,67% |
24a división | 8.388.608 | 125.829.120 | 8.388.608 | 6,67% |
25a división | 16.777.216 | 251.658.240 | 16.777.216 | 6,67% |
26a división | 33.554.432 | 503.316.480 | 33.554.432 | 6,67% |
27a división | 67.108.864 | 1.006.632.960 | 67.108.864 | 6,67% |
28a división | 134.217.728 | 2.013.265.920 | 134.217.728 | 6,67% |
29a división | 268.435.456 | 4.026.531.840 | 268.435.456 | 6,67% |
30a división | 536.870.912 | 8.053.063.680 | 536.870.912 | 6,67% |
Notemos que el porcentaje de «ganadoras» se mantiene siempre invariable (Columna D), sin importar cuántas mujeres lleguen a la posición Agua. Ese insidioso 6,67% nos indica que el número de beneficiadas NUNCA alcanzará el 100% de las participantes.
Pero vamos más allá: las celdas que aparecen en rojo al final nos alertan de que, por bien que nos vaya convenciendo a todas nuestras conocidas en todas nuestras ciudades y todos nuestros países de la bondad de este modelo, esto es algo que no puede crecer indefinidamente. Hacen falta 29 divisiones para que la cantidad de mujeres que deben sostener todo el esquema sobrepase a la cantidad de mujeres vivas que hay en el planeta, incluyendo bebés, niñas, ancianas, y hasta los millones de mujeres que viven por debajo de la línea de pobreza y por tanto ni siquiera disponen del capital suficiente para entrar en una Flor de la Abundancia. Pero incluso si ignoramos estos detalles y concedemos que todas ellas pudieran efectivamente otorgar el «regalo», e incluso invitamos también a todos los hombres a participar, en dos divisiones más ya no habría población suficiente en el mundo para cubrir las vacantes que habría que llenar para que el sistema siguiera funcionando.
Lo cierto es que no importa cuántas empiecen, siempre se necesitarán cada vez más y más mujeres para que las flores se sigan sosteniendo. Y por muchas que ya seamos sobre el planeta, el número de personas que lo habitamos no es infinito, es limitado. Llega un punto en que se alcanza un límite (no moral, no teórico, sino físico, pragmático) y entonces alguien tiene que perder. Quizás no en la tercera o en la quinta división, ¿pero qué tal la décima, o la vigésima? Lo peor es que para ese momento las mujeres involucradas ya se contarían por miles o por millones.
Ese es el problema de los modelos exponenciales. Es imposible que crezcan indefinidamente cuando estamos hablando de una población que no es infinita, como tampoco lo es el dinero disponible. Tarde o temprano se alcanza un límite porque la cantidad de mujeres que pueden dar un «regalo» de esa cuantía no es infinita.
Infórmate antes de ingresar
Espero que esta exposición haya dejado en claro lo primordial: las Flores de la Abundancia se basan en un esquema que no se sostiene matemáticamente y que a largo plazo va a dejar a muchas mujeres decepcionadas y probablemente enemistadas cuando se den cuenta de que fueron burladas en su buena fe. Esas mujeres fueron atraídas por promesas bonitas y palabras inspiradoras, sazonadas con una confianza excesiva y seguramente una pizca de ambición. Por eso, siempre que nos deslumbren con esas causas novedosas que se presentan como una panacea, y particularmente cuando de algún modo involucran dinero en la participación, mujeres: no podemos entrar en el juego sin antes ser curiosas, sin hacer las preguntas incómodas, sin cuestionar lo que no nos parece tan luminoso y, sobre todo, sin investigar primero y en profundidad en qué nos estamos metiendo realmente.
Para aquellas curiosas que no se contentan con asomarse a la madriguera del conejo y quieren saber qué más hay allí implicado, las invito a leer el siguiente artículo de la serie.
En cualquier caso, internet tiene montones de artículos dedicados a este tema, testimonios de mujeres que no han salido bien libradas, análisis desde diversos enfoques. No podemos tragar entero ni aceptar mansamente información sesgada. Y si encima nos dicen que es preferible que no indaguemos mucho para no «contaminarnos» con las energías negativas que bloquean nuestra abundancia, deberíamos recordar esos tiempos en que a las mujeres nos decían que calladitas nos veíamos más bonitas. ¿Vamos a echar por tierra lo que varias décadas de lucha feminista nos permitieron ganar? ¿Vamos a permitir que se subvierta el verdadero significado de la sororidad y los círculos de mujeres?
Algunos enlaces de interés
- Flores de la abundancia… ¡con manzanas!
- Las matemáticas de «la flor de la abundancia»
- El telar de las mujeres: estafa piramidal y feminismo ‘new age’
- El telar de los sueños – Carol Ann Figueroa (La Píldora) y Natalia Moreno
- El Telar de la abundancia: lavado de cerebro, deudas y amenazas
- La estafa piramidal que engaña a mujeres disfrazándose de feminismo
- Funcionamiento de los Telares de Sueños: escuchar antes de unirte
- El telar de los sueños, ¿una estafa?
- La Flor de la Abundancia y el Telar de los Sueños, dos sistemas de captación de dinero para mujeres que generan dudas
- Un economista hace tres observaciones al ‘Telar de los Sueños’
- Entrevista al Abogado Alfredo Vallarino que nos habla del telar fraudulento
- Cómo ganar en la flor de la abundancia NOTA: aunque este video está hecho a favor del modelo, decidí incluirlo aquí porque compara claramente la flor con una pirámide (sin cuestionarse siquiera semejante analogía). Si miramos el video a la luz de lo discutido en este artículo veremos claramente que en nuestro camino hacia el centro de la flor hay un montón de gente de la que nos tendremos que olvidar (y que según el video «no nos importan»: atención a las mitades que se tachan en cada división de la flor).
Información en inglés
- Gifting Circles and the Monetization of Everything, escrito por Charles Eisenstein, autor de Sacred Economy, un libro que muchas veces presentan (erróneamente) como marco teórico para las Flores de la Abundancia. Puedes consultar la página del autor aquí.
- Beware the pyramid scheme «Women Empowering Women» or «Women’s Empowerment Circle»
- Seeking the Sacred in Women’s Gifting Circles
- Extracting yourself from a Women´s Gifting “Circle” with integrity and grace
- How to transform the “Gifting Circle” into a true Giving Circle
- How to Create a Sustainable Giving Circle