Círculo de historias de vida
Círculo trigésimo.
En la noche de luna negra de mayo, Año de la Serpiente de Agua {2013}.
Círculo de historias.
¿Dónde fue? En la casa de Sonia (Teusaquillo).
Algo sobre el círculo…
Anoche, un círculo de dos, o dos círculos haciendo uno más grande, pues cuando compartimos con el otro siempre nos ensanchamos, nuestra conciencia crece, nuestra percepción se ensancha.
Dos mujeres frente a tres velas encendidas. El equilibrio se estabiliza en tres, pero bastan dos para que haya movimiento. Un círculo de mensajes mutuos para recordar el camino en el que estamos, quizá, todas las mujeres: aprender a querernos, a dedicarnos tiempo, a valorar y escuchar nuestra voz interior.
Detenernos un instante, mirarnos a los ojos y abrir el corazón. Mirarnos en el reflejo de la otra. Eso basta para acercarse al centro, al equilibrio. Recordar que todo camino se recorre paso a paso y que todo paso tiene un sentido.
Y el repaso de lección del día de hoy, señoritas, es: soltar. Suelta lo que te pesa, lo que sin darte cuenta metiste en la maleta de las obligaciones, lo que te ata a una vida que no te gusta. Suelta lo que te enseñaron mal cuando eras niña, lo que te está doliendo, lo que le hace daño a la gente que amas. Suelta la tensión, la psicorigidez, la ansiedad.
Sentarte a respirar. Darte tu tiempo. Tener una conversación tranquila. Escuchar música. Disfrutar una mandarina, un mango, un durazno. Acariciar al gato. Encender una vela. Dejar de «hacer» por un rato. Relajarse. Simplemente ser. Todo se trata de encontrar tu centro y permanecer en él lo suficiente como para que se recargue tu batería. ¿Que cuál es tu centro? Solo tú lo sabes, cada una lo siente de manera diferente. El lugar en que te sientes tranquila, conectada, relajada, estable, contenta.
Hace falta replantearnos la noción que nos enseñaron de «perder el tiempo». Para muchos quedarse quieto está prohibido. Vivir en este mundo es correr, hacer, moverse siempre. Dicen que no podemos parar, que debemos ser productivos todo el tiempo, el ocio está mal visto y dormir es un lujo de los desocupados y los haraganes. En tal remolino nos tienen atrapadas que necesitamos golpes duros de la vida para darnos cuenta de lo que significa equilibrio… Que a veces te mueves y a veces te detienes. Si un día hay que correr, otro día te echas a dormir. Parafraseando las lecciones del tai chi: ni rígido ni flojo. O lo que es lo mismo: sin pausa pero sin prisa.
En la quietud encontrarás el centro donde te sientes feliz.
Perseguir la felicidad será siempre infructuoso.
Es ella quien nos llama a nosotras.
Por eso es necesario detenerse a escuchar.
Callar. Parar. Quedarte quieta.
En medio del silencio escucharás tu corazón.
Su ritmo te mostrará el camino hacia ti misma.
Cuanto más te amas, más feliz eres. Y buena parte de amarte es darte tu tiempo, poner claros los límites que protegen tu espacio, poner tu bienestar como prioridad. No es egoísmo: es supervivencia. Si tú no te ocupas de ti misma, difícilmente alguien más lo hará. Si tú te quiebras intentando levantar a otros, ¿a quién podrás ayudar realmente al final? Cuando te ocupas de tu bienestar, todo a tu alrededor va encontrando su camino y enderezándose. Descubrirás que los demás pueden vivir sus vidas sin recostarse sobre la tuya, y que cuando tú eres más feliz, los demás a tu alrededor son más felices también.
Si te ocupas de tu felicidad ya estás haciendo del mundo un mejor lugar para vivir.
Y ya que hablamos del Tao, les comparto esta cita del libro El Tao de las mujeres, que siempre recomiendo a las aficionadas a los oráculos (*):
«Forzándose demasiado a sí misma, llega a romper sus conexiones.
Permaneciendo demasiado ocupada, no tiene tiempo.
Haciendo por los demás, se descuida a sí misma.
Definiéndose sólo a través de los demás, pierde su propia definición.
La mujer sabia riega primero su propio jardín».
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(*) Como no es un libro que haya visto mucho por estos lares, pero creo que el conocimiento que contribuye a acrecentar la conciencia no debería tener barreras, les dejé el libro en la fotocopiadora del edificio 217 (Diseño Gráfico) de la Universidad Nacional {preguntar por Gilberto, no les vale más de $8 o 10 mil pesos argollado}.
Hola. Muy bonita descripción. Me encantaría acompañarlas en el próximo encuentro que hagan en Bogotá.
🙂
Hola, Sombra. Ojalá nos veamos pronto. Los círculos siempre están abiertos para todas y cuando fluya, podrás asistir. Un abrazo.
Que bonito!
Yo también quiero ir!
Hola, me gustaría saber, por favor, la fecha del próximo círculo.
Gracias!
El próximo círculo muy probablemente será una lunada el próximo fin de semana, 23 de junio, que es luna llena. Hay un círculo de mujeres que se está reuniendo todas las lunas llenas para cuidar el fuego toda la noche y espero apoyarlas. No hemos acordado lugar aún (probablemente una maloca en La Calera, sin confirmar), pero la próxima semana estaré en eso y publicaré la invitación.