Círculo de historias sexuales: Tu primera vez
Círculo vigésimo cuarto.
Noche del 25 de julio del Año del Dragón 2012.
«Día Fuera del Tiempo» según (un) calendario maya
Historias sexuales entre hombres y mujeres.
¿Dónde fue? En Shamballa (Bogotá).
¿Cómo se convocó?
Cuéntanos la historia de tu
Primera vez… (sí, Esa).
No importa si fue bonito o feo, si te gustó o te disgustó, si fue loco o aburrido, si lo volviste a ver o nunca más, si fue con él o con ella… Las vírgenes pueden callar (¡escuchar!) o preguntar lo que el resto de nosotras nunca pudo. Para ese resto hubo una primera vez que, mal que bien, dejó su huella en nuestra vida sexual… ¿o no? ¡Averigüémoslo!
Algo sobre el círculo…
Me ha costado sentarme a escribir esta memoria. Pero lo sigo haciendo porque creo que la memoria es importante. Porque en un mundo que nos enseña a olvidarnos hasta de nosotros mismos, algo debe quedar dicho.
Aunque nunca se podrá plasmar todo lo que se dice en un círculo femenino. Vivirlo es estar ahí, compartir, escuchar. La medicina de escuchar historias es una actividad presencial. No sabes cómo, ni por qué. Simplemente reúnes a un grupo de mujeres a contarse sus historias personales y la magia se hace sola. Siempre lo he visto. La hacemos todas. Bueno, todos, pues los hombres ya están aprendiendo a unirse sin forzar. A ponerse la falda… Esa noche nos llegó uno, que demostró que los círculos pueden ser abiertos sin naufragar. Pues ya es tiempo de que unamos en vez de dividir…
Así que hablamos de nuestra primera vez. Sin mucho preámbulo fuimos contando nuestras historias, a cuáles más distintas y sorprendentes. Por respeto a la intimidad del círculo y a quienes estuvieron presentes no compartiré ninguna de aquellas historias, pero sí les diré un par de cosas que nos dimos cuenta esa noche…
Como que la importancia que se le da a ese hecho (de «perder la virginidad») es algo muy personal y subjetivo. Pero sin embargo, puede ser un recuerdo molesto o romántico, y nos convendría fijarnos bien en la relación que tiene ese recuerdo con la manera en que se ha desarrollado nuestra vida sexual, corta o larga. Como que la segunda vez depende de la primera, y puede que las diez siguientes, y quizá más. Así que si queremos desentrañar nuestra sexualidad, es bueno volver a la memoria (recuerden: la memoria es importante). Volver a lo primero. Y entender…
¿Y cuál es la historia que debemos recordar? Sencillo: examina todos los detalles. Las historias previas, los antecedentes, o los primeros intentos sexuales, y luego el contexto, el lugar… ¿Dónde estaban? ¿Era cómodo?, ¿cálido, frío?, ¿claro, oscuro? ¿Qué sentimientos y pensamientos tenías respecto de tu virginidad? ¿Le dabas importancia? ¿Querías perderla, deshacerte de ella? ¿Viste pornografía alguna vez antes de tener un encuentro sexual con alguien? ¿Los pillaron? ¿Estaban relajados? ¿Hubo un ritual en el encuentro? ¿Se tomaron su tiempo? ¿Te gustó hacerlo? ¿Estaban enamorados? ¿Estabas bebidoa o con la conciencia alterada? ¿Estabas excitadoa? ¿Volvieron a hacerlo ese día? ¿Había ansiedad? ¿Hicieron el amor o solo tuvieron sexo? {Porque tu primera vez física no es igual que tu primera vez emocional…}. ¿Y cómo cerraste tu relación con esa persona (si ya la cerraste)? ¿Cuánto duraron? ¿Volvieron a verse?
Estas son sólo algunas preguntas de ejemplo para que recapitules tu propia historia de sexo {aunque, no lo olvides, nuestra sexualidad empieza desde el parto, desde la primera relación con mamá}. Quizá quieras escribir esta historia, tratar de recordar todos los detalles. Cuando menos, te resultará interesante. Y te apuesto a que recordarás un par de cosas que te sorprenderán {pero sólo ahora que puedes juzgar el hecho a la distancia…}.
Sí, la memoria es importante. Por eso, que nuestras historias nos sanen. Que los corazones se abran y las heridas se cierren, y que podamos recordar sin dolor y mantener viva la alegría.