Mujeres en círculo contando historias… ¿Cómo está mi jardín interior?
Círculo cuadragésimo noveno
Luna en Acuario, tres días después del equinoccio
y tres días antes del plenilunio, septiembre 24,
durante el otoño del año de la Cabra de Madera (2015 E.C.).
Celebración de la Virgen de las Mercedes para los católicos.
En El Jardín Interior.
Mujeres en círculo contando historias… ¿Cómo está mi jardín interior?
Para ir hacia adentro se necesita tiempo y silencio. Ambos son bienes escasos en nuestro entorno, y por eso mismo deberíamos valorarlos más. El tiempo lo tenemos siempre, es el aquí y el ahora del que nos olvidamos tanto. Centrarse aquí y ahora te regala la presencia y el descubrimiento fugaz de que el tiempo no existe. Estamos aquí y ahora y eso es todo. Y sin embargo, vivimos y nos distraemos y nos perdemos y se nos pasa el tiempo, y se nos pasa tanto que no nos damos cuenta hasta que llevamos cinco años estancadas en la misma situación, sin terminar de resolvernos, perdidas de nosotras mismas y hambrientas de sentido.
No se puede cultivar el jardín interior mirando hacia afuera, perdidas en otros bosques, en montañas ajenas, arando campos que no son nuestros. Sé que todas me entienden. Quizás podamos aprender mucho en ellos. Seguramente ganar experiencia. Quizás obtengamos buenas semillas para sembrar en el nuestro. Quizás pasemos buenos momentos, pero al final de la jornada solo hay un lugar al que podemos volver y ese lugar merece nuestro tiempo y nuestra atención antes que ningún otro. Si no te ocupas de tu propio jardín no tendrás dónde descansar, ni podrás disfrutar las cosechas de las cosas que a ti te gustan, ni tendrás la satisfacción de ver florecer lo que plantaste con tus propias manos. Todas sabemos de lo que estoy hablando: damos tanto de nosotras, estamos tan pendientes de otros, los maternamos tanto, que nos olvidamos de maternarnos a nosotras mismas. ¿Y quién más va hacerlo como nosotras?
Quizás no te has detenido a pensar en ello. Quizás tu jardín interior es una tierra fértil, aunque puede que algo descuidada y llena de malezas. O quizás llevas demasiado tiempo sin regarlo, y no ha llovido y la tierra se ha secado. Quizás han venido animales de otras veredas a comerse lo que sembraste la primavera pasada y te olvidaste de cosechar. Y sin embargo, la tierra es tuya. Está esperándote, y seguirá haciéndolo tanto tiempo como sea necesario. Esa tierra es tuya por derecho propio y nadie puede quitártela. Tú puedes abandonarla, alejarte y no visitarla durante mucho tiempo, pero seguirá ahí para ti y siempre podrás regresar y siempre podrás empezar una nueva cosecha. Pues tu jardín interior no puede ser vendido, regalado ni expropiado. Nadie puede expulsarte de él, salvo tú misma. E incluso en ese caso siempre eres libre de permitirte el regreso. No solo es un derecho: es una necesidad. Pues ese jardín es el lugar donde puedes estar completa, donde puede ser tú misma, donde puedes descansar siempre que quieras.
Así pues: ¿dónde te sientes viva? ¿Qué te hace falta en lo más profundo de tu ser? ¿Dónde encuentras tu oxígeno? ¿Cómo te recargas? ¿Dónde te sientes descansada, libre, plena? ¿Qué necesitas para sentirte viva? Explora estas preguntas y hallarás uno de los caminos.
Confieso que empecé a escribir esto justo después del último círculo, hace ya una luna. No lo había terminado porque necesitaba tiempo, precisamente, para volver a mirar mi jardín interior.
Ahora que le he dado (apenas) un vistazo, veo que voy a necesitar un buen tiempo para ordenar y ponerme al día con mi huerta, la poda, el riego, el abono, las nuevas siembras y los descansos. Pero no quería desaparecer sin más. Al menos por las conversaciones y sensaciones que he tenido últimamente, creo que estos son buenos tiempos para que las mujeres revisemos nuestro jardín interior. Muchas estábamos pasando demasiado tiempo fuera de casa. Es hora de regresar.
Por ese motivo, creo que los círculos que convoco necesitan tomarse también un pequeño receso. Pausar y respirar para tomar fuerza. Pero con todo, y porque lo merecemos, creo que la ocasión amerita una buena celebración. El próximo círculo es nuestro número 50 y en diciembre se cumplen 5 años de Mujeres en Círculo Contando Historias. Voy a consultar con la almohada cómo pinta una celebración… antes de la hibernación invernal. ¡Así que estén pendientes! Un gran abrazo reconfortante para toda aquella que lo necesite.