Mujeres en círculo celebrando 4 años y 44 círculos

Círculo cuadragésimo cuarto

Un día antes de la luna llena, diciembre 5
Otoño del Año del Caballo de Madera (2014 E.C.).
En El Jardín Perfumado.
Círculo de tabaco, palabra y celebración.

Siete corazones reunidos en un círculo femenino de igualdad, escucha y apertura. Cuatro años celebrados y cuarenta y cuatro círculos reunidos. Un espacio mágico en medio del ajetreo bogotano, un Jardín Perfumado por hadas y esencias sanadoras. Un bastón de la palabra representado por el abuelo tabaco, planta sagrada ceremonialmente usada para acompañar y activar —justamente— la palabra (en un compartir mucho más respetuoso y sano que el que le ha otorgado la industria del cigarrillo). Velas, penumbra, el latir de un tambor, chicha, frutas, tortas, galletas y un delicioso cheesecake con salsa de moras (¡gracias, Nany!) perfecto para celebrar este cumpleaños tan especial.

Una pregunta surgida espontáneamente, «¿cómo me siento ahora?», nos conectó con lo que cada una está viviendo. Escribir esta entrada me recuerda que sentarse en el círculo, hablar y escuchar a las demás, es algo que no se puede trasladar a una memoria escrita. Las experiencias, palabras, miradas y sensaciones que se intercambian en un círculo de mujeres son cosas que solo pueden tejerse en presencia. Sí, del mismo modo que no se puede tejer a distancia. Estar en el círculo es recibir toda su magia. Aun así, puedo transcribir algunas de las sensaciones que me quedaron, que son también pinceladas de nuestra vivencia colectiva como mujeres en los últimos tiempos, apenas el aroma de lo que se cocinó aquella tarde…

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Si aun tienes abuelos, conócelos mejor, pasa más tiempo con ellos, convérsales más. Descubrirás experiencias en sus vidas que probablemente te hacen como eres, para bien o para mal. Quizás esto te reafirme en algunas actitudes, o te permita reconocer otras que te pesan. Es como si revisaras la maleta que cargas por la vida y te dieras cuenta de algunas cosas que no sabías que tenías y que probablemente te pesan mucho. Si quieres deshacerte de ellas es otra cosa, pero peor es cuando ni siquiera sabías que las llevabas ahí…

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Piensa que antes de ti caminan siete generaciones de ancestros gracias a los cuales tú estás aquí. Mejor si los honras y les ayudas a sanar sus dolores en vez de repetirlos. Sanar a tus ancestros significa vivir tu vida en vez de repetir la suya.

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Cuando sacas tu lado oscuro y dejas de sufrirlo y esconderlo, sale lo más luminoso de ti. Conoce tus sombras y brillará más tu luz.

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Si tratas de expulsar un problema de tu vida sin enfrentarlo, la situación solo empeorará, antes o después. Enfrenta tus problemas y trabaja en ellos. Tienen algo para enseñarte y seguirán volviendo hasta que lo comprendas.

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Tener una familia te enseña a aceptar al otro y amarlo, aunque sea radicalmente distinto a ti. Ama a los tuyos, aunque no los soportes. Ya irás encontrando una manera.

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Entre las mujeres hay un miedo colectivo a hablar, a comunicar lo que somos, lo que sentimos, lo que pensamos. Quizás nos enseñaron a avergonzarnos, o a no sentirnos lo suficientemente «buenas». Piensa: ¿qué tanto influye en ti ese miedo? ¿Qué tanto afecta la manera en que te comportas? ¿Quién es la verdadera tú?

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El camino es aceptarte, quererte. Tal como eres, con lo que te gusta y lo que no, e incluso también con lo que te peleas y lo que te juzgas a ti misma. Piensa que tu sombra no es mala: también eres tú. Reconócete y ámate. El amor es el camino.

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Recuerda que la abundancia está siempre ahí, sobre todo en lo más pequeño. Confía en que tendrás lo que necesitas en el momento justo y todo comenzará a fluir mejor para ti.

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Estas son solo algunas perlas que logré enhebrar aquella tarde en mi libreta, de todo el mar de historias, vivencias y aprendizajes que compartimos en ese círculo mágico. Las comparto aquí pues sé que así como cada una de las que asiste recibe un mensaje especial de cada una de las demás, así los que leen esto encontrarán inspiración en alguna de estas frases. Y si es así, tómenlo como la señal que estaban esperando para seguir en ese camino…

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